No cabe duda que el consumo de Internet es inagotable, y más en los últimos tiempos sobre consumo de contenidos audiovisuales, series, música, conciertos, videos Películas etc, somos capaces de ver el último capítulo de nuestra seria favorita sin que se haya estrenado en nuestro país, ver el concierto que se tocó ayer en cualquier parte del mundo de nuestro grupo favorito, sin necesidad de, cómo hace un tiempo ponías a descargarlo toda la noche para poder tenerlo al día siguiente. Ahora todo esto ya no es necesario el crecimiento del llamado “streaming” es decir la reproducción instantánea  de música y videos desde webs remotas sin necesidad de guardarlos en nuestro disco duro nos permite poder ver de forma gratuita películas y series televisivas

El streaming gana seguidores cada día, basta un aparato con conexión a internet para tener una puerta abierta a una oferta inagotable de contenidos y una velocidad de contenidos cada vez mayor. Ya no es necesario llenar y llenar nuestro disco duro de información para ir preparando nuestro tiempo libre para poder verlo, ahora nuestro tiempo libre esta lleno de contenidos inmediatos sobre lasapetencias que tengamos en ese momento, un concierto, una serie, una peli.

Leía en un artículo de prensa de los últimos días sobre el tema que estamos hablando, semejándolo a la propiedad de bienes ¿Para qué poseer si hay una oferta ilimitada de bienes y servicios?  Mejor consumir que poseer, el artículo relacionaba la vivienda cuya propiedad ha sido el desarrollo general, vira irremediablemente hacia el alquiler, con las nuevas tecnologías, las descargas dan paso al streaming, consumir y no poseer.

Un estudio refleja una media de 6,5 horas de media de su forma habitual de consumo de streaming, tomando la media entre usuarios frecuentes y usuario intensivo.

Estamos ante un mundo inagotable, nosotros mismos buscamos nuestro cantante favorito, el último estreno de cine o cualquier noticia online con las premisas de “yo elijo, aquí y ahora”