El medio TV está viviendo una revolución en toda regla. Cuando hablamos de revolución no nos referimos a la llegada de la alta resolución o al 3D.
Los cambios en el concepto de TV van mucho más allá y van suponer el desarrollo de un nuevo modelo de negocio. Una vez ha finalizado la implantación de la TDT se ha podido comprobar que los servicios interactivos que esta incorporaba no han triunfado entre el público.
La opción y el siguiente paso natural son los TV con conexión a Internet. Y Google, que como ya comenté en un blog anterior, siempre sabe cómo hacer las cosas y cual es la solución adecuada en cada momento, lo sabe.
Por ello, se ha unido con compañías como Sony e Intel con el objetivo de lanzar monitores con un sistema operativo ANDROID que permitirá que el espectador acceda a los programas que desee en el momento que quiera. Podrá acceder a noticias, películas bajo demanda y a la vez conectar con redes sociales, realizar videoconferencias, acceder a juegos y demás.
Como podéis imaginar, todos estos cambios suponen desarrollar un nuevo modelo de negocio para las TV, una nueva forma de acceder a las audiencias, de segmentarlas, de planificar campañas y de conectar con los espectadores y consumidores.
En definitiva un nuevo modelo de publicidad y comunicación global en el que el público podrá participar y tendrá la última palabra.
