La gran cantidad de mensajes publicitarios que las grandes marcas lanzan diariamente a través de los medios de comunicación ha creado tal saturación en la mente de los consumidores, que en la mayoría de los casos de una manera subliminal e inconsciente, estos la obvian por completo creando una barrera de contención mental que impide la efectividad de los mismos. Por tanto, para las marcas cada vez resulta más difícil llegar a su potencial consumidor.
A esto hay que sumarle la siguiente cuestión: aunque la marca consiga captar la atención de su público, éste cada vez se cree menos el mensaje. La masificación informativa ha hecho que el consumidor no se crea nada de lo que las marcas le cuentan de sí mismas.  Esta información es considerada por el propio receptor como sesgada y no veraz, receptor que se ha transformado en un experto seleccionador y consumidor de información. Es más,  los considerados públicos influyentes hasta ahora, ya no tienen poder sobre el consumidor que busca otras fuentes de información desinteresadas, anónimas  con las que comparten gustos, temas y estilos de vida y que cuentan en primera persona sus experiencias de producto o marca. Por lo tanto, las empresas deben replantearse la manera en que  distribuyen sus presupuestos publicitarios y otorgarle al Social Media una posición especialmente estratégica y efectiva para poder seguir comunicando con su público.
Ante este panorama, los Social Media se manifiestan como una solución válida y efectiva para compensar este cambio social y de mentalidad. Porque seamos sinceros, damos un mayor crédito a la opinión de nuestros amigos, conocidos y personas de carne y hueso que a los grandes mensajes publicitarios de las marcas presentados de una forma idílica e irreal.
Así que si asumimos que, desde siempre, el ser humano ha confiado y se ha sentido influenciado por los comentarios de aquellas personas a las que conoce, tendremos que asumir que los Social Media son una oportunidad única de gestionar la comunicación de las empresas, marcas y los productos. El secreto del éxito se basa en la transparencia de la comunicación, en el fomento de la participación y la cercanía a los clientes. En definitiva otorgar a la comunidad social y a “los influyentes” la importancia que  merecen en este nuevo entorno de relación. Atendiendo a  los datos publicados en los informes especializados sobre Marketing Online y E-commerce, hasta el 70% de las opiniones online de los consumidores son tenidas muy en cuenta a la hora de tomar una decisión de compra. ¿Tendremos que cuidarlas más y mejor?, ¿Tendremos que estar presentes allí donde se habla de nuestros productos y marcas? La respuesta es, por supuesto.
Por tanto, las empresas grandes o pequeñas deben apostar por una clara estrategia en los Social Media si quieren competir en estos tiempos de turbulencias y conseguir una posición competitiva en la mente de los consumidores. Esto es una gran oportunidad para las empresas y marcas jóvenes que tienen la oportunidad de competir por mercados impensables hasta el momento. El objetivo es conseguir seguidores y clientes que, a través de las herramientas online adecuadas, se conviertan en apóstoles de tu marca. Personas que hablan en tu favor, y se conformen como personajes influyentes en su entorno. Por tanto, su opinión y participación no va a tener precio.

El Social Media es innovación y la innovación no espera a nadie. Simplemente avanza.

Aprovecha el momento.